A Larry le echaron a la calle, se cansaron de él y cuando intentaba volver a casa le daban patadas para que se fuera. Una persona acabó recogiéndole y tras alguna peripecia finalmente le trajo al albergue.

Larry no ha paseado nunca con correa porque tira bastante, con paseos y paciencia irá aprendiendo.

Es escapista, puede saltar vallas sin problema.

La prueba con gatos ha sido positiva, no ha mostrado agresividad, mantiene las distancias.

La persona con la que estuvo antes nos dijo que había tenido problemas con algunos perros. En el albergue ha interactuado con hembras y bien.

Larry hasta ahora ha tenido una vida de abandono y falta de atención, poco a poco irá aprendiendo a convivir de forma positiva con sus compañeros perrunos y con los humanos, pues a pesar de su pasado es un buen perro.

Todos los perros de Proa se entregan vacunados, desparasitados, esterilizados, con chip y con contrato de adopción. Solo en Madrid.