Riga es todo un capricho para los amantes de los gatos, si la coges y la miras a los ojos, tendrás la sensación de poder tener un lince en tus propios brazos. Además de ser una gata preciosa de colores salvajes, es tan dulce y cariñosa que nunca lograrás que se canse de tus caricias, y es que, aunque no podemos adivinar su pasado, creemos que hubo un día, en el que Riga creció dentro de un hogar.

Es muy triste que una gata casera tenga que adaptarse a convivir en un refugio y siendo tan dulce, nunca conseguiremos que sea feliz con nosotros. Por su carácter pensamos que tuvo la suerte de ser una niña mimada, pero por desgracia, aquellos que la quisieron, no supieron hacerlo como debían. Se olvidaron de protegerla y Riga, dejándose llevar por sus instintos, una noche de celo, se escapó en busca de aventura, sin saber que aquella decisión marcaría su destino..

A la mañana siguiente, Riga se encontró perdida en la calle y sin saber el camino de vuelta a casa. La pobre sintió tanto miedo, que sin pensarlo dos veces, se refugió en el primer sitio donde encontró las puertas abiertas. Era un taller de coches, donde por suerte, enseguida se encariñaron con ella refugiándola de la calle y de todos sus peligros.

Pero la gran sorpresa llegó al poco tiempo, cuando notaron que su barriguita iba creciendo y naturalmente, entre grasa, ruedas y herramientas, no era el sitio más apropiado para ella y sus bebés. Y así fue como llegó a nosotros, asustada, perdida y con la barriguita llena de tesoros. Por suerte, todos ellos a día de hoy han encontrado una familia donde crecerán felices, por eso ha llegado el momento de que Riga pueda hacer una vida lejos de Proa.

Es hora de volver atrás y continuar en el mismo punto donde aquella noche todo cambió para ella, donde su próxima parada no sea un taller de coches ni un albergue, sino un hogar de verdad y esta vez, con una familia, donde además de quererla sepan protegerla y cuidarla para que nunca más vuelva a perderse en las calles.

Riga es está totalmente sana.

Todos los gatos de Proa se entregan vacunados, desparasitados, esterilizados, con chip y con contrato de adopción. Solo en Madrid.